—Hace unos días, el Grupo Luna firmó un acuerdo con una importante empresa extranjera. El proyecto ya había comenzado, pero un trabajador se cayó en la obra y terminó en el hospital con una pierna lisiada. Envié a personal de la compañía para ofrecer condolencias y compensación, pero la familia del trabajador los rechazó rotundamente. Este obrero ha hecho público el incidente, lo que ha dañado gravemente la reputación de nuestra empresa. En estos días, nuestras acciones han caído en picada y la gran compañía extranjera está considerando terminar nuestra colaboración. Si se rompe el acuerdo, todo nuestro dinero quedará atrapado y, una vez que se corte la cadena de financiamiento, el Grupo Luna se declarará en bancarrota.
Daniela escuchaba con el corazón acelerado. Nunca imaginó que el Grupo Luna estuviera atravesando semejante crisis.
—He ido personalmente varias veces para hablar con ese trabajador. Estábamos dispuestos a aceptar cualquier condición que propusiera, pero en los últimos