El delicado rostro de Diana enrojeció de repente. Tras la muerte de su madre, de pronto tenía una familia.Una hermana. Un padre.
Ni en sus sueños se había atrevido a imaginar algo así.
—Daniela, yo...
Daniela extendió su mano para secar las lágrimas de Diana —Diana, de ahora en adelante seré tu hermana. Bienvenida a nuestra familia. Tu hermana te protegerá, y cuando Diana crezca y tenga éxito, también protegerá a su hermana, ¿verdad? De ahora en adelante, somos familia.
Diana asintió entre lágrimas —¡Sí!
Diego, parado fuera de la puerta principal, observaba la escena con los ojos enrojecidos. Nunca imaginó que Daniela introduciría formalmente a su hermana en la familia Cruz.
En ese momento, dos empleadas pasaron cerca comentando —Qué suerte tiene esta niña Diana, encontrarse con nuestra señorita y convertirse en una Cruz. Esto es cambiar su destino por completo.
—Para una niña pequeña, tener el respaldo de una familia como los Cruz es una de las cosas más afortunadas que pueden suceder