Catalina y Ángel también exclamaron emocionados: —Luciana, todos te esperaremos aquí afuera.
Luciana asintió: —Bien.
Mateo miró a Valentina: —Entonces te confío a Luciana. Valentina, espero que no intentes ningún truco.
En realidad, Mateo estaba muy sorprendido de que Valentina hubiera aceptado repentinamente realizar la operación.
El cambio de Valentina había sido demasiado drástico, y eso lo inquietaba.
Camila intervino inmediatamente: —Señor Figueroa, ¿qué está insinuando? ¿Está amenazando a nuestra Valentina por Luciana?
Daniela añadió indignada: —¡Señor Figueroa, pronto se arrepentirá!
Mateo frunció el ceño. Ignoró a Daniela y Camila, manteniendo su mirada fija en Valentina.
Valentina respondió con calma: —Señor Figueroa, puede estar tranquilo. Luciana, entremos al quirófano.
Luciana, feliz, agitó la mano hacia Mateo: —Mateo, ya entro. ¡Contigo aquí, Valentina no se atreverá a hacerme nada!
Con la seguridad que le daba Mateo, Luciana no temía a nada ni a nadie.
Valentina y Luciana