Valentina miró a Mateo: —¿Registrar nuestro matrimonio hoy?
Mateo se incorporó: —Sí, Valentina. Anoche casi me dejaste sin energía. ¿No vas a responsabilizarte por ello?
¿Qué?
¿Ella lo había dejado sin energía?
Claro que no. Fue él quien... ¡se comportó como una bestia salvaje!
—¡No quiero casarme! —Valentina no había considerado registrar su matrimonio con Mateo.
En ese momento, Sofía extendió los brazos y rodeó el cuello de Valentina: —Mami, ¿por qué no te casas con papi?
Valentina se sentía culpable con Sofía. Durante estos tres años, Sofía siempre había deseado un padre, un hogar completo. Era ella quien le había fallado a Sofía.
—Sofía, mami...
—Oh, ya entiendo. Seguramente papi hizo algo malo que enfadó a mami, por eso mami no quiere casarse con papi. ¡Papi, esto debe ser culpa tuya!
Valentina sonrió rápidamente. Sofía era realmente su tesoro. Sofía amaba muchísimo a su mami.
Mateo miró a Valentina con ternura: —Sofía, es culpa de papi. Papi cometió muchos errores en el pasado y