Con cada hora el bar se volvía más atestado de jóvenes. La música se hacía más ruidosa gracias al escándalo de la juventud. Todos ellos ajenos a lo que estaba pasando en un rincón de aquel concurrido lugar.
—¿Qué es lo que quieres, Lucian?
—¡Nada! Solo he venido a ver como iban las cosas por aquí, además, me he enterado que Matteo a desaparecido y por ello estoy aquí.
—¿Qué insinuas?
—Nada… simplemente he venido a velar por mis intereses. Soy socio, si Matteo no está eso me convierte en el dueño.
—Pierdes el tiempo, te recom