Dos horas después, en la oficina de la cede empresarial de Leonard.
— ¿Aún no han dicho nada? — Preguntaba él a su secretaria Angelina.
— No señor, aún no llega ningún tipo de información de parte de Fredek Ivanov.
— ¿Tampoco han habido novedades en la búsqueda de la gente que envíe?
— No, siguen sin encontrar a la señorita Thompson.
Leonard suspiró con pesar mientras pasaba sus manos por su cabeza, sentado en la silla trás su escritorio, el estrés y cansancio comenzaban a ser notables en su rostro y a pesar de que no se sentía muy bien, tampoco pudo dormir esa noche con los pensamientos negativos que no abandonan su mente.
— Entiendo, sal de aquí y si se comunican contigo avísame de inmediato.
— Si señor. — Dijo la mujer morena saliendo de la oficina.
Una vez él quedó a solas, posó sus codos en el escritorio apoyando su cabeza en las palmas de sus manos.