El médico del hospital privado con el que Leonard tenía conecciones le atendió de inmediato.
— ¿Ella está bien? Tengo entendido que le encontraron desmayada en su habitación. — Preguntaba Leonard al doctor Hans.
— Tengo malas noticias señor Campbell, tras el desmayo, se realizó un chequeo general, se hicieron todas las pruebas necesarias y aunque aún faltan muchas más, las primeras arrojaron resultados desfavorables, cuando su tía recobro la conciencia nos ayudó a saber lo que sucedía.
— No ande con rodeos, dígame de una vez de que se trata.
Fue en ese momento que el médico comenzó a explicarle de la enfermedad detectada en su tía y que al parecer ella misma ya lo sabía y lo había mantenido oculto, una grave que para desgracia de la buena mujer, ya se encontraba en fase terminal.
— ¿Ella fue la que le pidió que me lo dijera?
— Si señor Campbell, ella no quiere verlo, al menos no por ahor