Capítulo
La verdad enfrenta a Fernando
Esa noche, Gabriel intentó procesar todo lo que Flor le había contado. Mientras hablaba, apenas podía creer que Fernando hubiera ocultado un detalle tan importante. Se recostó en la cama con una mezcla de incredulidad y enojo, repasando cada palabra que le había dicho a Fernando esa tarde. Cada consejo y consuelo que le ofreció parecía ahora ingenuo, un apoyo basado en una versión incompleta de la historia.
Flor observaba a Gabriel con calma resignada. Sabía que todo aquello era demasiado para él y entendía su frustración. Finalmente, Gabriel rompió el silencio, aún conmocionado.
—No puedo creer que Fernando me ocultara algo tan grave. Ahí estuve yo, dándole consejos para recuperar a Natalia, hablando como un ingenuo. De verdad, fui un completo bruto —confesó con una sonrisa irónica, aunque la tristeza seguía en sus ojos.
Flor soltó una risa suave y le dio una palmada en el brazo para reconfortarlo.
—Tranquilo, Gabo. No tenías forma de saberlo