—De que Elena Lambert no es su verdadera madre biológica, en realidad solo era una joven pobre quien mi abuelo secuestró y convirtió en su mujer, no sin antes matar a sus dos únicos hijos…Esteban y Marco —confesé lo que sería el principio de la destrucción de mi abuela.
Gabriel y Adam quedaron atónitos, sus ojos me demostraban cuan sorprendidos estaban, ambos voltearon a ver a Elena con sus ojos empañándose de lágrimas.
—Mama —dijeron al unísono.
Ella se levantó con esfuerzo negando levemente mientras se acercaba a los dos y agarraba sus manos.
—Ustedes estuvieron aquí —señaló su vientre—. Soy su madre, la que estuvo siempre a su lado, estuve cuando ambos tuvieron miedo y acabé con todo lo que les pudiera causar molestias. No soportaré mas esas miradas de confusión. Tienes que detener a tu hijo Gabriel, no soportaré calumnias de este tipo. No quedó bien mentalmente desde la muerte de su esposa, ¡QUE LO ENCIERREN!
Adam me miró y supe que quería matarme en ese momento.
—Sabias que diría