"No la vayas a lastimar, Li. Por favor ya tienes edad suficiente para saber que no puedes andar por ahí en la vida jugando con los sentimientos de las mujeres así como así. La forma en que te mira, cómo se sonroja, cómo se ríe contigo... es demasiado obvio. Lo que me preocupa es que, cuando encuentren a Sophia, Josephine termine con el corazón roto." confesó Oliver, hablando con el corazón en la mano.
No lo había visto desde esa perspectiva, pero entendí que tenía derecho a saber la verdad y así dejaría de preocuparse tanto.
Suspiré mientras sentía esa mezcla de frustración y nervios. Me pasé la mano por el cabello y lo miré, analizando su expresión un momento.
"Si te digo esto, prométeme que no se lo vas a contar a nadie. Ni siquiera a Elaine." le pedí, y sus ojos se abrieron de par en par por la curiosidad.
"No diré nada, te lo juro." respondió rápidamente, y supe que hablaba en serio.
"Josephine y yo somos...destinados, pero ella aun no lo sabe." le dije, y se quedó helado unos se