Maxine recopiló meticulosamente y revisó todo en el camino de regreso a la ciudad.
Ella solo tenía la intención de expresar sus preocupaciones, no de crear una brecha entre James y Thomas.
El corazón de James ya estaba turbulento y escuchar las especulaciones de Maxine solo sirvió para agitar con más fuerza esos sentimientos de inquietud.
“Creo en mi abuelo como tú crees en Tobias. Vamos a terminar esta conversación aquí. Lo pensaré después de que regresemos”.
Aunque todavía tenía sus dudas, James optó por seguir creyendo en su abuelo.
Thea miró fijamente a Maxine y dijo arrogantemente: “¿Ya terminaste? Puedes irte si ya has dicho suficiente. Vamos a hacer lo que hacen las parejas ahora. ¿No me digas que te gustaría ser parte de la audiencia?”.
Maxine apretó los labios, se abstuvo de decir algo más y se levantó para irse.
Después de irse, Thea inmediatamente se aferró a James. “Cariño, no crees lo que dijo, ¿verdad?”.
James sacudió suavemente la cabeza. Era un trago amargo.
Él