James asintió ligeramente con la cabeza.
Pensaba lo mismo.
Su conflicto con el Emperador no haría más que empeorar.
Sería demasiado peligroso mantener a Tiara cerca.
“N-No tengo miedo”.
Al escuchar esto, Tiara entró en pánico. Se apresuró a decir: “Por favor, no me eches, James. No le tengo miedo al peligro. Por favor, déjame estar a tu lado. Estoy dispuesta a todo”.
“Esto es por tu propio bien, Tiara”. Con una expresión hosca, Quincy la reprendió: “Perderás la vida si continúas a su lado”.
Tiara agachó la cabeza y dijo en voz baja: “No tengo miedo”.
“Olvídalo. No hablemos de esto por ahora”. James les hizo un gesto para que dejaran el tema. “Dejemos descansar a la paciente”.
Quincy se sentó. Cruzando los brazos y las piernas, miró a James y le dijo: “Te apoyaré en todo lo que hagas. Sin embargo, no permitiré que Tiara permanezca a tu lado. Es demasiado peligroso. Ella tiene suerte de haber sobrevivido a esto. ¿Qué hay de la próxima vez? Tiara ha soportado tantas penu