Una voz habló: “El Dragón Negro ha enviado a sus subordinados a las veintiocho naciones para investigar los antecedentes de los fallecidos en el incidente del secuestro. Como sus subordinados son personas competentes, deberían llegar pronto al fondo del asunto”.
Pablo preguntó: “¿Qué hacemos ahora?”.
“Nos quedaremos aquí. Dejemos que investigue. Cuanto más averigüe, mejor. Lo conozco bien. Es un defensor de la paz. Cuando se entere, vendrá hasta aquí e intentará solucionar la crisis actual sin derramamientos de sangre innecesarios. Será entonces cuando encuentre su perdición”.
“Entendido”.
Pablo asintió.
Colgaron la llamada.
Mirando a los generales, Pablo ordenó: “Ya lo escucharon. Nos quedaremos aquí. Ordenen a sus hombres que se comporten. No hagan nada que no se les ordene”.
“Entendido”.
Los generales asintieron en respuesta.
Al mismo tiempo, James, Henry y Levi abandonaron Pueblo Lavanda en secreto y se dirigieron hacia las afueras de la Ciudad de las Llanuras del