Sophie estaba sentada en una roca en la cima de la montaña.
Hoy llevaba un largo vestido morado, y su larga melena negra se mecía con la brisa.
Miraba a lo lejos, y su hermoso rostro mostraba un indicio de tristeza.
James se acercó y la llamó: "Señorita Sophie".
Sophie se recompuso, se levantó abruptamente y se giró hacia James. Le preguntó: "¿Qué haces aquí?".
James respondió: "Ya he conseguido la Espada Divina de Crepe Myrtle. Sólo me falta el Sello Imperial de Jade de Sangria. He venido a pedirte que me ayudes a localizarlo".
Sophie asintió al decir: "De acuerdo. Te ayudaré a localizarlo ahora".
Inmediatamente se sentó en posición de loto. Levantó su delgada mano y de su palma aparecieron escrituras mágicas. Los textos se juntaron delante de ella y formaron un conjunto.
Los textos eran muy profundos y la formación muy misteriosa.
Con el grado de cultivación actual de James, le resultaba imposible leerlos o comprenderlos.
Sophie realizó la deducción durante media hora antes