Capítulo 85
|| Punto de vista de DANTE ||
En la sala se respiraba una mezcla de tensión y expectación, propia de una reunión familiar convocada por el abuelo. La larga mesa de caoba brillaba bajo la luz de la lámpara de araña, símbolo del poder y la historia que nos unía a todos, y de las decisiones que podían separarnos.
Bellona estaba sentada a mi lado, con las manos cuidadosamente cruzadas sobre el regazo, pero yo notaba cómo le temblaba ligeramente la rodilla bajo la mesa. Odiaba las reuniones como esta, en las que la política y los egos chocaban en un caos de tradiciones y ambiciones.
El abuelo estaba sentado a la cabecera de la mesa, con su presencia tan imponente como siempre a pesar de los años grabados en su rostro. Se apoyó en su bastón y sus agudos ojos recorrieron la sala mientras el murmullo de las conversaciones se apagaba.
«Los he reunido a todos aquí hoy», comenzó, con su voz grave resonando con autoridad, «para discutir el futuro de esta familia».
La tensión se intens