Capítulo 109

|| Punto de vista de DANTE ||

No podía dejar de mirarla.

Bellona estaba allí, temblando ligeramente, con la mano protectora sobre su vientre, y sus palabras resonaban en mi cabeza:

Estoy embarazada. Vas a ser padre.

Padre.

Se me hizo un nudo en la garganta y la emoción me invadió tan rápidamente que casi me dejó sin aliento. Sentía como si mi corazón latiera en todas partes a la vez: en el pecho, en los oídos, en las manos. Parpadeé con fuerza, tratando de mantener la compostura, pero las lágrimas brotaron de todos modos.

Me acerqué a ella, apenas respirando. Le acaricié la mejilla con los dedos, muy suavemente, como si temiera que desapareciera si la tocaba con demasiada brusquedad.

—Tú... estás embarazada de nuestro hijo —susurré con voz ronca.

Ella asintió, sonriendo a pesar de que sus ojos también estaban húmedos.

Una risa entrecortada se escapó de mi pecho y, antes de darme cuenta, la estaba abrazando y enterrando mi rostro en su hombro. No me importaba que todos nos