“¿La Puerta del Elíseo?”. El Maestro Jade se enfureció. “La Puerta del Elíseo siempre ha defendido la rectitud y la justicia. Nunca harían cosas tan atroces. Mencionaste ser uno de los Diez Maestros Celestiales. ¿Por qué no estás mostrando tu cara? ¡Apuesto a que eres un impostor!”.

El Maestro Jade era un hombre sabio. Inmediatamente dedujo que el grupo de hombres se estaba haciendo pasar por gente de la Puerta del Elíseo para causar estragos en el mundo de los cultivadores. Tenía toda la razón. Los hombres del grupo eran impostores del Palacio del Dragón Marino.

Cuando el Maestro Jade reveló su plan, el líder mantuvo la calma y frunció el ceño. “Con razón eres el maestro de secta. Tienes una visión aguda. Así es. No venimos de la Puerta del Elíseo. Somos representantes del Palacio del Dragón Marino. Sin embargo, ambas sectas han unido fuerzas. Ambrose, el Maestro de Secta de la Puerta del Elíseo, se ha casado con nuestra emperatriz y tuvieron un bebé juntos. Estamos listos para apod