Darryl no le hizo caso. En su lugar, se volteó para decirle unas cuantas palabras a Zacho antes de irse.
Habían pasado dos días desde que se fue de la División del Yang Puro y ya era hora de volver. Los poderes de Darryl se restablecerían por completo en otro medio mes si nada se le interponía.
Entonces, podría salir del vacío caótico e irse de ese lugar para regresar a los Nueve Continentes.
¡Jaja!
Zacho no parecía tener ninguna intención de dejar a Darryl irse. Soltó una gran carcajada, palmeando el hombro de Darryl mientras decía: “No fue fácil para ti llegar a la Galaxia Mar del Norte, Maestro de Secta Darby. Aún no te he agradecido como es debido que nos ayudaras a acabar con esos rebeldes”.
Mientras hablaba, tiró de Darryl hacia el salón.
La situación hizo que a Darryl le resultara difícil rechazarlo, así que no insistió más.
Una hora después, se había preparado un suntuoso banquete en el salón principal bajo las órdenes de Zacho.
Zacho y Darryl estaban sentados en la mes