A Goliry no le importaba si Andrés decidía pelear contra Angera. Darryl, en cambio, seguía encarcelado dentro del monasterio. Él era un invitado importante de la Dama Tigas, así que ella necesitaba asegurarse de que nadie de la Galaxia Mar del Norte se enterara de ello.
Goliry no era de las que se echaban atrás fácilmente, pero era mejor evitar complicaciones en esa situación. Ella solo quería que Andrés hiciera que esas personas se fueran. Goliry no tenía idea de que Andrés había mentido. Angera prefería descansar dentro del monasterio a irse, como Andrés le sugería.
La frustración de Angera creció cuando Andrés interrumpió. Sin embargo, no permitió que eso lo controlara. Mantuvo la calma y le preguntó a Goliry: “No pareces ser un miembro del Palacio Belladona. ¿De qué secta eres?”.
Angera, como el Gran Anciano de la Galaxia Mar del Norte, sabía que era mejor obtener más información antes de actuar precipitadamente.
Andrés le guiñó rápidamente un ojo a Goliry y sacudió la cabeza p