“Tú…”. La rabia se apoderó de ella y le regañó a Angera: “Cállate”. No había pasado nada entre ella y Andrés, así que se negaba a que alguien mancillara su reputación.
Angera se burló de ella. “¿Qué? Los dos están solos y merodeando por aquí. Es la verdad”.
Andrés gritó: “¡Déjate de tonterías! Mentí, pero ¿y qué? No hay nada entre Goliry y yo. Si te atreves a decir estupideces otra vez, no esperes que sea amable contigo”.
‘¡M*erda!’. El rostro de Angera se ensombreció mientras fijaba su mirada en Andrés. Se burló de él. “Oye, chico, cuida tus palabras. ¡Demuéstramelo! ¿Qué vas a hacer?”.
Un aura poderosa brotó del cuerpo de Angera. Apuntó con su palma a Andrés. Ya estaba de mal humor cuando no pudo encontrar a Magnum. Su rabia aumentó aún más cuando se dio cuenta de que Andrés lo había engañado.
“¿Crees que te tengo miedo?”. Andrés no entró en pánico. Se rio con frialdad e hizo estallar su energía interna para contraatacar. No tenía miedo aunque Angera era el Gran Anciano de la Ga