Cuando se acercaban a la orilla, Ambrose iba a acercarse.
"¡Quédate ahí!".
Sin embargo, apenas habían avanzado dos pasos cuando Forsythe gritó fríamente: "Tráeme al Joven Amo".
Mientras hablaba, Forsythe miró al niño en los brazos de Neil.
¡Uff!
Ambrose tomó una profunda respiración y habló en tono firme: "Mis reglas aquí. Deja ir a Heather y te daré al bebé cuando ella baje del barco".
Estaba diciendo esas palabras, pero la mirada de Ambrose no se apartó de Heather en todo momento, incapaz de ocultar su urgencia.
'¡Hijo de p*ta!'.
Viendo que seguía intentando regatear en un momento como aquel, Forsythe apenas podía contener su ira. "No creas que puedes hacer lo que quieras solo porque eres el Maestro de la Puerta del Elíseo. Te lo digo ahora, me aseguraré de que no vuelvas a ver un día de paz si le pasa algo a mi Joven Amo".
"Entrégame al niño, ahora".
Mientras Forsythe decía sus palabras, su pecho palpitaba de nervios. Eso era porque vio que el niño lloraba y se lamentaba e