De repente, un discípulo de la Secta del Elixir gritó desde afuera de la habitación: "Oye, ¿qué está pasando allí? ¿Qué es toda esta gritadera en medio de la noche?".

El grito de Yolanda había alertado a los discípulos de la Secta del Elixir que descansaban en otras habitaciones.

Sergio se apresuró y dijo tras la puerta: "No es nada. Había una rata y Yolanda se asustó. Perdón por molestarlos a todos".

'Sería muy vergonzoso si alguien de la Secta del Elixir me ve así', pensó Sergio.

Al escuchar la respuesta de Sergio, el discípulo de la Secta del Elixir no hizo más preguntas y se marchó.

Cuando los pasos se alejaron, Sergio se sintió aliviado mientras su rostro se distorsionaba por el tormento del picor. '¿Qué hago? Cada vez me pica más la espalda. Esto me está matando'.

Entonces, Yolanda se acercó por curiosidad y observó detenidamente la espalda de Sergio. Se sorprendió al ver que la espalda de Sergio estaba llena de arañazos. Estaba roja y tenía un aspecto horrible.

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