Al ver la reacción de Darryl, los discípulos se volvieron unos hacia otros y estallaron en carcajadas.
"¡Conque es mudo!".
"Me preguntaba por qué no decía ni una palabra. ¡Resulta que no puede hablar!".
"Tiene marcas por toda la cara y no puede hablar. No es más que una basura. ¿En qué estaba pensando Oliva? Es una tonta por traer basura a la montaña".
En medio de las risas, los discípulos empezaron a criticar a Darryl y cada comentario era peor que el otro.
Él estaba furioso, pero fue considerado con Oliva y se contuvo. Al final, decidió cerrar los ojos y se puso a meditar.
Al ver que había cerrado los ojos, los pocos discípulos sintieron desprecio y quisieron darle una lección. "¡Ah! ¿Está fingiendo?".
De repente, llegó una voz suave pero severa. "¿A qué viene tanto alboroto?".
Darryl abrió los ojos y miró de dónde venía la voz. Un joven encantador caminaba lentamente hacia él, vestido de blanco y con rasgos faciales delicados.
Era el Hermano Mayor de la Secta de la Espada,