‘¿Qué? ¿Hay que atar al niño y hacerlo desfilar también?’.
De repente, la expresión del guardia se tensó antes de preguntar con cautela: “Señorita Denise, Ambrose Darby todavía es joven. ¿No es demasiado?”.
Denise lo fulminó con la mirada y sin una pizca de lástima dijo: “¿Qué? ¿De verdad tratas a ese bastardo como el verdadero hijo del Señor Kenny? Un bastardo de una p*rra. ¿De qué hay que sentir lástima? ¡Hazlo rápido! ¿Me escuchas?”.
“Sí, sí. Lo haré de inmediato”. El guardia no se atrevió a decir nada más al ver lo enojada que se ponía la Señorita Denise. Él respondió rápidamente, se volteó y se fue.
Ambrose Darby fue traído poco después.
“Mamá…”.
Ambrose gimió de inmediato al ver a su madre encerrada en el carruaje de la prisión. Él estaba a punto de correr hacia adelante, pero los guardias lo bloquearon.
Él no había visto a su madre durante tres días. Era desgarrador verlo llorar hasta que se le hincharon los ojos.
Sin embargo, la mayoría de ellos se mostraron indiferente