Capítulo 2.1: ¿Ahora qué?, ¿Lo hice mal?.

Capítulo 2.1: ¿Ahora qué?, ¿Lo hice mal?.

【Zara Monterrey】

Veo que Isaac busca algo en sus cajones y saca una tela gris que al tenerla en la mano la arroja contra mí y cae con fuerza en mi regazo.

—Tú vístete y… Tú vienes conmigo, quiero hablar contigo en la cocina. — Demanda con un tosco para luego girar sobre sus talones e irse por la puerta, Oliver me dedica una mirada llena de vergüenza y se da la vuelta para poder tras su hermano cerrando tras de él la puerta de la habitación.

Después de tanta adrenalina me desplomo en la cama, relajando mi cuerpo. «No tengo idea de lo que está por suceder, pero, Isaac pone el ambiente muy pesado tanto que cuando vino a mí sentí que me comió entera».

Sin más me apresuro a ponerme la camisa y observo que me tapa completamente, me voy de la cama para correr hacia la puerta y la abro, para encontrarme con un pasillo y al seguir este se dan unas escaleras las cuales bajo con suma rapidez.

Bajo las escaleras buscando la tal “Cocina”, veo en un mueble mi vestido y la ropa de Oliver que efectivamente está llena de vómito, justo doy la vuelta algo nerviosa por lo que me pueda conseguir, observo que los dos hombres están parados al lado de un mesón conversando normalmente.

—Pues… Cuéntame, ¿Cómo es que estar con ella? —Pregunta Isaac con un tono sumamente asqueroso y perverso, le miro de arriba para abajo, si poder procesar la marranada que acaba de decir. Tampoco creo que haya tenido algo con Oliver, es demasiado caballero para ser de tal grado.

—No, ubícate Isaac, no estuve con ella, sé que nos conseguiste en una situación que indica todo lo contrario, pero, no es nada del otro mundo, por favor antes de que digas otra cosa fuera de lugar, ubícate. — Responde Oliver contundentemente, lo que me lleva de esperanza de saber que no estuvimos juntos.

—No, puedo creer que no te la hayas tirado… Entonces, eres un lento. — Sentencia Isaac sin más mientras que va a la nevera, yo me acerco lentamente ya Oliver se está terminando de vestir y le pongo mi mano en su hombro, él se da la vuelta y me mira sorprendido de que me haya venido a voluntad propia.

— ¡Mira quién salió de la cueva!, por si no sabías esta es mi casa… — Fanfarronea Isaac cuando saca dos vasos con jugo y le ofrece uno a su hermano, mientras que él se queda con uno y veo que me he quedado con ganas de tener ese vaso.

Así que bajo la mirada y me aparto un poco del mesón sintiendo un poco de vacío en el estómago, espero que Oliver responda a las dudas que tenemos Isaac y yo, más bien, creo que ya voy perdiendo las ganas de seguir estando en este lugar.

—Bien, cuéntanos Oliver, ¿Qué fue lo que hiciste con esta mujer? — Interroga Isaac y por alguna razón no toca el vaso que ha servido de jugo y Oliver claramente ya se lo bebió. «¿Qué es lo que tratas de hacer Isaac?, pues me siento como si hubiera hecho algo muy malo y se siente feo saber que se te viene el mundo abajo».

—Bueno, la cuestión está que, ¡Tú!, no sé si te acuerdas, la dejaste tirada en medio de la nada, entonces, yo la recogí y me pediste —Se voltea a mí para hablarme a los ojos.

—Entonces, cuando entramos al bar que tú misma me recomendaste, todos tenía curiosidad de por qué llevabas ese vestido de novia, desde ese momento todos se nos acercaron. —Antes de que Oliver siga me voy acordando de a poco lo que pasó.

—Como decía, tú les decías, “No es de tu incumbencia saberlo, anda y bebe más con nosotros”, ¿Cómo olvidarlo?, después de obligarlos a sentarse cerca de nosotros, comenzabas a contar historias sobre tu tía, que perdió a su esposo en una gasolinera, cuando iban a la playa con sus hijos. — Sigue contando Oliver.

—Ustedes, sus sobrinos y todos los pequeños de la familia que era como veinte pequeños en un auto, pero, ese no es el punto, sino que después por parte de la casa te dieron un Devil’s Springs, fue tan concentrado que ese vodka polaco. — Miro hacia donde está Isaac para ver sí está aprestando atención y luego me volteo a mirar a Oliver.

—Puedes usarlo como gasolina, en ese momento todo se fue al cuerno porque después de ese trago te empezaste a reír que me vomitaste encima. — Me acuerda que es lo que pasó después de beber el trago que me hizo perder la consciencia porque desde ese momento no recuerdo nada más, unas ganas de hacer añicos a Isaac se hacen presentes.

—Luego de eso, te desmayaste cayendo en mis brazos con ayuda de los demás borrachos, te mantuvieron un momento para quitarme el blazer y envolverte con él, así te lleve al auto donde conduje rápidamente hacia la casa de Isaac que él mismo me dio las llaves sin ninguna razón aparente.

—Y no tenía tiempo para cambiarte, así que para nada más dejarte en la cama te quité el vestido y me fui a duchar para que no tuvieras que dormir con olor a vómito … — Es interrumpido por Isaac.

Veo que él por fin suelta el jugo hacia mi dirección y me doy cuenta de que nada más estuvo esperando a que dijera la verdad para poder darme el jugo. «Así que estuvo esperando a ver si de verdad no me acosté con él nada más para hacerme este agrado del jugo».

Ni se lo tomo en cuenta, frunzo mi ceño y hago como si no hubiera visto ningún jugo, él se echa a reír, pero, es que no se lo voy a aceptar por idiota.

Me siento un alivio aunque con un pequeño revoltijo en el estómago por acordarme de Oliver completamente sin ropa volviendo de la ducha, ya sé por qué estaba mojado. «Aunque debo de aceptar que la cruda me está golpeando y necesito mucho ese jugo».

—Bueno, ahora que se sabe la verdad y se comprueba de que no estuvimos juntos me tengo que ir para volver a mi casa, ¿Zara quieres volver a tu casa?, te puedo llevar. —Me ofrece Oliver y es lo mejor que pude haber escuchado en toda la noche, sonrío de medio lado y asiento con la cabeza.

—Sí, puedes hacerme ese gran favor, lo acepto con gusto. — Le apruebo y él me sonríe de lado, aunque siento la mirada con temple de Isaac sobre mí.

Así que volteo a verle y gracias a su expresión veo que no es nada feliz con este intercambio de palabras, así que reúno valor para verle a los ojos y enfrentarme a él.

—¿Qué es lo que te molesta Isaac?, veo que aquí en tu casa soy toda una molestia, así que por qué no mejor irme de este lugar y más cuando Oliver se está ofreciendo. — Le expulso en la cara, él sonríe y juega un poco con su lengua denotando molestia por mí recién atrevimiento.

—No me molesta en lo absoluto Zara, nada más que tú te quedarás a dormir aquí, eso ya está decidido. — Declara en medio de toda la tensión, me da justo en el corazón y me siento impotente ante este hombre.

— ¿Por quién está decidido?, por lo que yo hago memoria no había dicho eso. — Le contradigo a ver qué es lo que tiene para decir, ya que este hombre tiene una respuesta para todo.

—Por mí mismo y tomate el jugo con esta pastilla para que no te sientas mal. — Me deja una pastilla al lado de mi mano que reposa sobre el mesón, y noto que tengo tenso los hombros, así que me relajo. Tomo la pastilla y el jugo y me los bebo todo.

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