Capítulo 616
Ricardo se quedó helado un instante, la sonrisa pareció golpearle directamente en el corazón, y su frío y duro corazón pareció ablandarse.

Aria se acercó a él con cuidado, asomando su carita hacia él, con la intención de que se la limpiara.

El hombre, que siempre se había mostrado tranquilo, estaba un poco abrumado en ese momento.

Habló con una mirada poco natural: —límpiate tú.

Aria dejó torpemente la caja de pasteles y cogió las toallitas, limpiando lentamente la crema de la cara, pero no podía ver dónde estaba la crema y se la pasó por toda la cara.

Ricardo frunció el ceño mientras cogía las toallitas y la limpiaba.

En ese momento, Gabriel finalmente empujó la puerta y entró, —Riqui, ¿qué prisa tienes en llamarme aquí? ¿Qué es esa cosita que tienes al lado?

—¡Eres la cosita tú!

Aria giró la cabeza exasperada, pero cuando vio a Gabriel, sus ojos se pusieron rojos.

Ricardo vio la expresión de la niña y frunció el ceño mirando a Gabriel: —Explícate.

Al principio, pensó que era el mismo
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