Pues, ¡volvería a ese Ricardo más tarde!
Magnolia se sintió un poco aliviada al ver que Roberto se marchaba por fin, y miró de reojo hacia el restaurante de allí, recordando el extraño comportamiento de Ricardo hacía un momento, y sin comprenderlo.
¿Qué más intentaba decir Ricardo?
Finalmente, se obligó a calmarse, a no dejarse sacudir por algo que había dicho Ricardo.
Magnolia llegó a casa y se fue directamente a su cama.
Estaba realmente cansada los últimos días, sobre todo ahora que su barriga crecía día a día, y notaba un tirón cuando se agachaba o se ponía en cuclillas.
Se tocó la barriga y decidió que tendría que salir de Ciudad Norte.
A la tarde siguiente, Magnolia fue a la universidad.
Sin embargo, después de clase, Néstor la llamó, —Magnolia, el rector Díaz dice que venga a su despacho después de clase, tiene algo que decirte.
Magnolia se sintió inexplicablemente un poco avergonzada al pensar en la comida inacabada de la noche anterior; ¿qué quería decirle el rector Díaz?
¿Que