Ricardo lo oyó y gritó, —¿Dónde está la camilla?
El director del hospital apuró a la enfermera para que trajera la camilla, Ricardo entonces dejó cuidadosamente a Magnolia, dijo al director del hospital, —está embarazada y se desmayó después de vomitar.
Ricardo había estado tan nervioso antes que se había olvidado de que era más rápido utilizar la camilla, pero sus sentidos volvieron ahora y enseguida describió el estado de Magnolia al médico.
—Señor Vargas, no se preocupe, nos aseguraremos de que la madre y el niño estén a salvo.
—Más vale que lo sea, si tiene un accidente, tu hospital quebrará.
Ricardo observó cómo la mandó urgentemente para realizar las pruebas, se quitó la chaqueta del traje y se tiró de la corbata, el sudor ya empapaba su espalda.
Se quedó fuera esperando.
Después de un largo rato, Ricardo miró a su ayudante, —¿No es peligroso que una mujer dé a luz?
Julio asintió, —Tengo una prima que tuvo una trombosis al dar a luz, y la reanimación fue toda una lucha con la Par