Magnolia sostenía el teléfono móvil, con mirada extremadamente fría.
Poco después, la voz humeante de Alexandra llegó: —Magnolia, no pensé que tuviera una intención tan profunda. Te pregunté varias veces y me dijiste que los vídeos estaban todos borrados. ¡Pero no!
—Bueno, los guardé. Si me hubieran tratado con más respeto tu madre y tú, no tratándome como a una sirvienta, probablemente no habría guardado esos vídeos. Después de todo, son bastante sucios.
Alexandra gritó: —¡zorra!
—¿Quién se parece más a Zorra? ¿Has olvidado todas las imágenes del vídeo en las que te desnudabas como una perra y te tocaban esos hombres después de drogarte?
Magnolia dijo esto a propósito, irritando a Alexandra que gritaba y maldecía, parecía romper bastantes cosas.
Finalmente, dijo sin piedad: —Alexandra, en vez de molestarme, deberías pensar en buscar un publicista mejor y en cómo superar la crisis.
Tras decir esto, colgó directamente el teléfono, y puso su número a la lista negra.
Alexandra era una idi