Vladek se levantó de golpe antes de que atacara nuevamente a la joven y le lanzo su ropa al pecho
-Vístete, te espero afuera- él tomó la suya y salió del establo acomodándose los pantalones.
Jade se sentó viendo como él salía del granero y frunció el ceño. Que estaba mal con aquel lobo. Después de lo que le había hecho la noche anterior y ahora la trataba así. Pasó la mano por su pecho notando la textura áspera de sus cicatrices y una expresión de dolor se posó en los labios.
-Así que era esto- las uñas casi se enterraron en aquella piel que ansiaba arrancarse, la odiaba, la aborrecía. No lo culpó, quien quiere a alguien con este cuerpo- de ser una persona que normalmente estaba de buen humor había pasado a alguien que apenas si se quería.
Suspiró y comenzó a vestirse dilatand
Jade siguió a Vladek escaleras arriba sin preguntar mucho. Se mantenía detrás de él mirando hacia los lados con disimulo verificando la enorme cantidad de personas que estaban en la posada y que no recordaba el primer día que habían llegado. Sobre todo era resultado la forma de vestirse de algunos de ellos, cubiertos con gruesas telas oscuras marrones y armas colgando en sus espaldas o caderas. Frunció el ceño preocupada, esperaba que solo fuera paranoilla suya.Su mirada de pronto se encontró con la de uno de ellos, cubierto de pies a cabeza con una capucha, solo dejando su duro rostro con barba. Un escalofrío la recorrió debido a la intensidad de sus ojos. Jade cubrió la distancia que la separaba de Vladek y apretó su mano alrededor de la túnica en su espalda llamándole la atención.
El rostro de Jade estaba muy cerca de el del lobo, tanto que sus respiraciones se entremezclaban. Las manos de Vladek se detuvieron y le tomó todo su autocontrol no hacer nada. La humana era totalmente vulnerable delante de él y no ponía ninguna resistencia.-¿Qué quieres?- su aliento caliente acarició la mejilla de la chica que no podía apartar la mirada de los labios gruesos del hombre mayor.-Yo...- su voz era casi un murmullo.-Tú, te estarás tranquila por el momento- las manos de Vladek le hicieron mirar de nuevo hacia adelante dejándola algo desconcertada- Sé muy bien lo que quieres, espera a que volvamos a mi casa. Me encargaré de atenderte debidamente-Vladek sabía mejor que nadie que Jade quería que la tocara. Se lo imaginaba. Era natural en los primero meses de la unión donde ellos podrían estar teniendo sexo hasta por gusto. Pero no q
El lobo besó primero los omoplatos, el centro de su columna, dejando varias marcas en su camino, cada una recibiendo un leve gemido. Vladek notó que el tiempo se estaba acabando, quería extender más aquello, se estaba excitando con la imagen sumisa de su pareja imagen que nadie antes había puesto con él y eso reconfortó a su parte lobuna. Si solo no fuera por aquellos extraños hombres debajo ya la tendría en la cama comiéndose aquel húmedo y cálido lugar que sus dedos acariciaban, más o era así. Presentía el peligro y no podía dilatar más aquel momento.Dejó que su mano libre se empapara de uno de los aceites y la desplazó hacia adelante buscando uno de sus senos y apretó el erecto pezón. Un gemido lastimero salió de la boca de Jade y dejó caer la cabeza hacia adelante.Vladek reforzó su toque entre los suaves muslos aun cuando quería que estos se enterraran entre las suaves y cálida paredes. Aquello sería la forma más rápido. Estímulo con más fuerza apretando el peque
Jade no supo en que momento Vladek la subió con gran agilidad sobre su espalda, pero de algo se estaba segura. Estaban huyendo de algo. Intentaban no mostrarlo pero había agarrado a Izen mirando sobre su hombro vigilando que no los siguieran. Además. La espalda de Vladek estaba muy tensa y sus brazos la sostenían con mucha fuerza, de aquella que le dejaría hematomas en sus muslos pero no replicaba. No era el momento. Solo se limitó a aguantarse de su cuello para no caerse a la velocidad a la que iban.Atravesaban los senderos del bosque esquivando los árboles hasta que se detuvieron de golpe. Jade tuvo que cerrar los ojos del impulso que sacudió su cabeza. Bajo ella, oyó gruñir al lobo que la apretó aún más. Esta vez Jade soltó un ahogado gemido en su garganta, sus huesos comenzaban a crujir. Esto apreció hacer efecto pues el agarre se aflojó un poco, más no lo suficiente.Izen a su lado estaba alerta. Su mano bailaba sobre la empuñadura de la espada en la cadera y ambos retro
Un sonido detrás de ella lo distrajo por un momento y miró sobre su espalda. Un haz de luz plateada se dirigía hacia ellos y Jade solo le dio tiempo a tomar el puñal en su cinturón y enterrarlo en la carne que se precipitaba hacia ambos. Tras el brusco movimiento Izen se giró y cortó la cabeza del hombre que los había atacado por la espalda.Jade se quedó quieta viendo como el cuerpo se desprendía de la daga y sus manos estaban ahora llenas de sangre. Sin preverlo comenzó a temblar. Había...había matado a alguien y este la miraba ahora desde el suelo, con sus ojos abiertos sin vida.Una mano tapó los suyos sumiéndolos en la oscuridad. Izen la arrastró hacia detrás de un árbol mientras su señor terminaba cortando la cabeza del lobo sin mucho esfuerzo. A pesar de su aspecto no parecía ser un lobo tan fuerte como Vladek. La verdad era que pocos podían llegar al calibre de su señor, era realmente fuerte, por eso se sentía orgulloso que lo dejara estar a su lado.Revisando su al
Vladek se giró y caminó agarrándola de la mano y tirando de ella. Jade lo siguió sin decir nada y pronto estuvieron de vuelta con Izen que tenía los brazos cruzados en su pecho. Una expresión de preocupación surcaba su rostro. -Nos vamos ya- Vladek ordenó pasando por su lado dejando al lobo contrariado. -¿Qué hiciste?- le preguntó a Jade que era jalada por el lobo. -Tratarme como un perro- protestó su señor con los dientes apretados. -¿Un perro? ¿Cómo que un perro?- Izen casi gritó alejándose detrás de ellos. -Una larga historia- Jade sonrió observando por encima de su hombro el grupo de cuerpo que dejaban atrás. Para su sorpresa algunos se movían ligeramente. ¿No estaban muertos? Al menos no todos al parecer. Vladek volvió a cargarla y recorrieron el resto del camino hasta que el sol se escondiera tras las montañas y la capital se hizo visible. Jade nunca había estado allí. Había escuchado que era un lugar con grandes casas, mucho bul
La decepción apareció en el rostro de ella y el lobo solo le sacudió la cabeza y besó su sien. -Necesitas dormir, yo también- y se levantó cogiendo el tazón poco después que ya estaba vacío -Ustedes dos- regañó a sus hermanos- Dejen en paz a Izen por esta noche, viajamos desde lejos y estamos agotados- Los dos lobos chasquearon la lengua pero de igual forma no le quitaron la mirada de encima a Izen. Este se estremeció y les dio la espalda. Por eso no quería estar donde ellos. Él parecía más bien una liebre cuando ellos estaban a su alrededor. No lo devorarían esta vez. Se había hecho la convicción de que se enlazaría con alguien que lo quisiera realmente, no con unos chiquillos que solo buscaban su cuerpo para perder el tiempo jugando con él. Para su suerte los dos hermanos se levantaron y se fueron dejándolo por fin respirar. -Mi señor, puede irse a lavar mientras yo organizo su habitación- le dijo a Vladek retirándose después. El Mayor
Unos dedos recorrían la piel de Jade de arriba abajo, tanto por su brazo, como por su muslo descubierto. La chica se removió acurrucándose al pecho cálido junto a ella e hizo un sonido con su garganta de satisfacción. No abrió los ojos. Aún estaba soñolienta y parecía ser temprano todavía. Vladek tendría que esperar para lo que quisiera a pesar de que le gustaba que la tocara. Era una sensación que venía experimentando desde la mordida, completamente diferente a como era ella normalmente, pero realmente le gustaba, sobre todo ser consiente que alguien quisiera tocarla como lo hacía el lobo.
Último capítulo