-Al fin despiertas-dice Alessia sonriendo y tratando de arreglar su cabello como puede, ya que parece un nido de ratas.
-No puedes culparme, querías espiar a esas personas en la madrugada y yo estuve ahí como tu fiel guardián, deberías darme un premio.
Alessia suelta una pequeña risita y niega con la cabeza.
-Estás loco.
-Por ti.
Y justo antes de que Alessia pudiera responder, Amelia se despertó y se sentó en la cama con rapidez. Está acostumbrada a levantarse muy temprano, así que a esas horas de la mañana, ya estaba más que despierta.
-Buenos días, mami...
Amelia todavía no había visto a Jacob detrás de ella, así que al girar, da un respingo y pone cara de espanto.
-Amelia, él es Jacob, es mi...-hace una breve pausa, tratando de elegir una palabra adecuada-. Amigo.
Jacob se siente incómodo ante la mirada de Amelia, que parece no confiar en él. Intenta sonreír y le extiende la mano.
-Es un placer conocerte, Amelia. Tu mami me ha hablado mucho de ti.
Amelia mira la mano de Ja