«Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar el alma» … Jorge Luis Borges.
Buenos Aires- Argentina
Varias semanas después.
Iván, observaba el humo que salía de la taza de mate que se disponía a beber después de haber cerrado un importante negocio.
Esas semanas se había dedicado por completo a sus empresas tratando de mantener su mente ocupada para no pensar en ella, sin embargo, a pesar de la distancia y de su ausencia, la recordaba a cada instante.
Era su dulzura la que tanto extrañaba, su sonrisa que lo volvía vulnerable ante ella, a pesar de todo deseaba que Olivia, fuera feliz, que encontrara la paz que tanto le hacía falta a su alma atormentada por aquellas heridas del pasado como le escribió en esa