-Está de muy buen humor hoy Presidente- una voz masculina se escuchó en la habitación.
Nicolae alzó la cabeza hacia Domic frente a él y se dio cuenta que hacía rato tenía una leve sonrisa dibujada en sus labios.
Alzó los hombros y dejó los papeles que leía sobre la mesa sin mucho interés de seguir revisándolos. Su mente, después de todo, no estaba enfocada en ellos sino en cierta persona.
-Hoy... será un buen día- no pudo evitar sentir satisfacción de sus pensamientos enfocados en los sucesos que ocurrirían.
Domic no lo comprendió. Si se refería a dinero, entonces sería otro buen día más, pues el dinero le llovía a ese hombre que le era casi imposible gastarlo si se lo proponía. En cambio, sí se refería a su vida sexual... como que hay estaba la incertidumbre. Pero no quiso ser indiscreto y se acomodó las mangas de su traje para ocultaras marcas rojas de sus muñecas provocadas de sus juegos nocturnos.
Su pareja había estado bien entretenida ayer, y él no se había quejado en ningún mom