Mundo ficciónIniciar sesiónNarrado por Dra. Emma Miller
El dolor no se sentía como una herida; se sentía como un espacio vacío dentro de mi cuerpo, un silencio absoluto donde antes había habido un latido constante. Había tirado las vitaminas, había volcado el vaso. Quería romper algo que no fuera mi propia alma.
Mi ira no era por el bebé—esa era una herida de la que me ocuparía a solas—sino por la mentira de Nick. Su Protocolo de Protección me había negado la dignidad de mi propio dolor. Me había tratado como una variable frágil que necesitaba ser gestionada.
Y ahora, el único camino para salir del exilio y la pena no era la emoción, sino la lógica. La lógica del contrato.
Cuando la puerta de la Suite 3 se cerró, sellando la exclusi&oac







