Narrado por Dr. Alistair Evans

Un mes. Un mes desde que Emma Miller fue dada de alta bajo el brazo de Jameson Kane, dejando tras de sí un vacío que, irónicamente, se sentía más ordenado.

Si antes Nick Brown era un algoritmo frío, ahora era un agujero negro de profesionalismo. No operaba; ejecutaba. No hablaba; emitía directrices. Había triplicado sus horas de trabajo, se había inmerso en una serie de demandas legales contra el conductor del camión y había instaurado un Protocolo de Silencio Absoluto sobre la tragedia. El hospital le tenía miedo. Su dolor no se manifestaba en lágrimas o rabia; se manifestaba en una precisión tan aterradora que el resto de nosotros nos sentíamos como variables inútiles.

Mi oficina y la suya estaban conectadas, pero en las últimas semanas, esa puerta había sido una frontera de hielo.

Hasta hoy.

Emma me había contactado a travé