Jen Saldaña
Miami
Pasaron unos días después de la visita de la mamá de Boggi a la clínica, cuando había ido a hablar con él. Boggi seguía sin querer hablar con su padre y el mundo de mi Jake, se estaba derrumbando. Yo tenía que hacer algo, de eso no había ninguna duda, esto no podía continuar así. Jake llegó ese día a verme a la clínica veterinaria y desde el momento en que lo vi supe de inmediato que algo, andaba mal y él estaba demasiado triste.
– Jake mi amor, ¿Qué es lo que está pasando? – Lo abracé para confortarlo – Te ves muy mal.
No me gustaba el tiempo que ya había pasado y el asunto en vez de mejorar estaba cada vez peor, eso le estaba afectando a mi novio, pues su familia estaba dividida y a mí no me gustaría que la mía estuviera así.
–Jen, mis padres van a divorciarse. Mi padre sigue en la negativa, de no aceptarte, ni a ti, ni a Dulce y ya mi madre, le ha enviado los papeles del divorcio.
Eso ya no era bueno, porque estaba segura de que Jake, tomaba el matrimonio de sus p