Parte 1...
Gustavo esperó ansiosamente su respuesta.
- Mañana será otro día -dijo ella, todavía pensativa y levantó la cara. - Sí... Creo que podemos volver a estar juntos.
Se sintió tan aliviado ante esta respuesta que la apretó entre sus brazos.
- Gracias, cariño -le suavizó la cara-, me has quitado un peso de encima. - Tenía miedo de que no me aceptaras.
- Yo sí... Siempre y cuando entiendas de verdad que no cambiaré mi forma de ser ni tendré sexo contigo hasta que me sienta cómoda y segura, ¿vale? - Y no vengas a acusarme otra vez de burlarte y de lanzarme un montón de cosas feas -dijo resentida-. La vida no es sólo sexo y el amor es mucho más que eso.
- Te juro que no te obligaré a nada. Me disculpo por esa noche. Era un completo ogro.
- Sí, lo fuiste", se rió. - Pero eres un ogro muy guapo.
- ¿Crees que soy guapo? ¿De verdad, Beatrice? ¿Incluso con esa fea cicatriz?
- Nunca me había fijado en eso, Gustavo, y era cierto. - Es sólo una marca en la piel, nada más. Mucha gente tiene