Fernando enseguida alerto al alfa de lo que estaba ocurriendo en casa de Dominicko y pocos minutos varios hombres lobos y leones se encontraban de camino hacia la mansión para poder controlar la situación.
Entre estos guardias se unieron Eliecer, Leonardo y Fernando, ya que los gemelos no se encontraban allí y no ocupaban tiempo para ir a buscarlos.
—Deben asegurar el área y busquen sobrevivientes—. Ordena el alfa y hace que sus betas lo sigan hacia la oficina de Dominicko encontrando a este tirado en un lado junto a las cabezas de esos hombres que mando a vigilar a Dereck.
—Mierda, —es lo que sale de la boca de Fernando para ir a socorrer a su nuero—, Dominicko.
Lo llama varias veces hasta lograr que el señor recupere la conciencia.
—Deben- irse de aquí —masculla débil.
—Debemos sacarlo de aquí, —mira a Leonardo que asiente.