—Traviesas y traviesillo, no hagan ruido o van a despertar a su papá, —pide la loba tratando de dejarle buen espacio a Leonardo que duerme en el lado contrario de la cama mientras ella sirve de escudo para que esto no se paseen a ese lugar.
—Es tarde para eso… —murmura con voz soñolienta.
—¡Papá! —chilla y se escalan por encima de la loba para lanzarse en manada sobre Leonardo que los recibe en sus brazos y los escucha ronronear.
—Buenos días, —ríe.
—Supongo que están feliz porque saben que los llevaras a pasear, —anuncia la loba.
—Igual lo creo, —Leonardo se queda en cama jugando con los cachorros mientras ella se ducha.
Cuando Kara termina se queda con los niños y el alfa se va a tomar un baño para así entre ambos poder colaborar con el arreglo de los cachorros para la salida que no es nada m&a