Una chica tan joven no debería lidiar con tantos problemas familiares, económicos y mucho menos tener que tomar una de las más importantes decisiones con respecto a su futuro. Poco a poco su horrible mundo va tomando serenidad al encontrar empleo, lo cual le permite encontrar el apartamento perfecto para rentar, con un lindo balcón como el que soñó desde pequeña. Pero su vecino, un coqueto joven con una banda de rock la envuelve en conflictos ahora del tipo amorosos.
Leer másLos gritos de una nueva pelea la hicieron despertar. El sonido de un vaso rompiéndose la hicieron saltar de la cama - ¡Mierda! - Exclamó. Salió, caminó al baño y gritó con la intención de ser escuchada - Me alegra volver a la universidad. Maldita casa de locos - Era su último día de vacaciones y estaba ansiosa por volver a sus estudios.
Echó agua en su rostro, se miró al espejo, aún tenía los ojos rojos por el sueño. Vió el reloj de su móvil, eran apenas las 7:05 am. Lavó sus dientes y bajó para prepararse algo para desayunar. Abrió el refrigerador y observó un momento - ¿Ya no hay salchichas?... ¿Tampoco hay pan de caja? Pero ayer compré - - Randy tenía hambre y era lo único que había en el refrigerador - Contestó despreocupada la madre de familia. - Pues que se compre su propia comida - Respondió molesta Lizzie. - Ya, deja de llorar. En tu escuelita te dan bien de comer o ¿no?, universitaria - Randy, el actual novio de la madre de Lizzie entraba por la cocina con el periódico de hoy en mano. La madre con la mano en la cintura le gritó - Más te vale que busques empleo y no solo estés mirando la página de las viejas encueradas ahí. Ya me tienes harta, todo el maldito tiempo pones pretextos - - ¡Ay, ya cállate maldita bruja! - Gritó el amante. Llevaban toda la mañana peleando por el mismo tema, aunque, no era novedad. La joven rodó los ojos - Maldición, tendré que tomar algo de dinero e ir a desayunar afuera - Pensó. Subió a su habitación, tomó un poco de dinero que había hecho en su empleo de vacaciones que le había conseguido la amiga de su madre, y bajó por las viejas escaleras. Randy escuchó el rechinido de los escalones, se levantó, dió una fumada a su cigarrillo y esperó a que la jovencita bajara - ¿Ya te vas? - Preguntó el alto y musculoso hombre mientras sacaba humo de su boca. Sonrió de lado y recargo su codo sobre el marco de la puerta. - Si, ire a comer algo en la calle. De nada. Espero que mi desayuno te dé diarrea - Dijo antes de cerrar la puerta detrás de ella. El tipo carcajeó. Caminó hasta la delgada mujer que revisaba los recibos llenos de deudas. Le dió una nalgada y la abrazó por detrás - ¿Ya le dijiste? - Besó su cuello. La mujer movió sus caderas para provocarlo. Sonrió de lado siguiendo el coqueteo - No. Pero en la noche, cuando vuelva del trabajo se lo diré - - Bien - Ella tomó uno de los recibos y se lo mostró - Necesitamos pagar la luz o la van a cortar - - Tranquila, muñequita. Hoy mismo pagaré ese recibo ¿Okey? - - ¿Lo prometes? - - Claro - Le dió vuelta para besar sus labios mientras apretaba sus nalgas con ambas manos. Su boca bajó a su cuello para hacerla estremecer. - Detente. Debo ir a trabajar - Se apartó y caminó a la puerta - En la noche me besas todo lo que quieras - Guiñó un ojo. El padrastro de la chica esperó unos minutos, se asomó por la ventana y después subió corriendo hasta la habitación de su hijastra. Buscó entre los bolsillos de algunos jeans, chamarras y debajo de su almohada. Pensó por un momento y abrió la gaveta de su rompa interior - Vaya. Ahora no podré quitar la imagen de ella en tanga de mi mente por un buen tiempo - Olió algunas bragas y sostenes antes de volver a buscar - ¡Bingo! - Tomó algunos billetes y los metió a su bolsillo - Ya tengo para pagar la luz y para algunas cervezas. No creo que se de cuenta, aún le sobra bastante - Al caer la noche, Lizzie estaba en su habitación descansando después de un largo día de trabajo. Escuchó la puerta, era su madre volviendo de su empleo, ella bajó furiosa - Madre, este imbécil me robó 40 dólares - Señaló a Randy, que se encontraba en el sillón viendo fútbol americano bebiendo su segunda cerveza y su tercer cigarrillo. - ¿Que carajos dices? - Dijo haciéndose el ofendido. - ¿De que hablas? - La madre no sabía que sucedía. - Que ésta rata me robó. Manoseo mis calzones y sacó dinero de mi cajón - - A mi no me estés levantando falsos, maldita mocosa - - Ok, cálmense los dos - Intervino la mujer. - Maldito parásito, ponte a trabajar y deja de estar robando. De seguro te la puñeteaste con mis tangas ¿Verdad, pendejo? - - Puta mocosa de m****a - El padrastro se puso rojo de coraje - Pues tú tendrás que trabajar más para traer dinero a esta casa porque la universidad se te acabó - Lizzie giró de inmediato a ver a su madre esperando una explicación - Lo siento, quería decírtelo antes pero, tuve que pedir un préstamo para comprar el auto que tengo - Se excusó la mujer. - ¿Esa porquería? pero ¿cuánto te pudo costar? - - Si pero aún así tenía que pagar las deudas que nos dejó Cody. Ya pasaron 5 años desde que nos dejó, no podía seguir arrastrando esas deudas - Se encogió de hombros. - ¡Mierda mamá! Cada novio que te consigues es un pendejo ¡Agh! no te pases! - Furiosa dió media vuelta, entró a su habitación y azotó la puerta. Se arrojó a la cama y abrazó su almohada - Puta madre ¿Ahora como pagaré la universidad? - Al día siguiente con la maleta en su mano salió sin despedirse. Sabía que su madre no iba a ir a dejarla hasta la escuela, podía oler la peste de marihuana saliendo por debajo de la puerta, además de que toda la noche se escuchó la cama rechinar, ese par cogía como conejos en celo cuando no estaban peleando. Entró a su habitación y su compañera y mejor amiga Esther estaba ahí tendiendo su cama - ¿Porque apenas vas llegando? Las clases inician en 20 minutos. Creí que llegarías desde anoche- - Lo sé. Tendré que acomodar mis cosas cuando terminen. Anoche pelié con mi madre y su estúpido novio - - ¿Ahora con que idiotez salió ese pendejo? - Esther se sentó en la orilla de su cama para escuchar atenta. - Me robó 40 dólares y encima manoseo mis calzones, estaba todo revuelto en mi cajón - - No puede ser, maldito degenerado - Dijo con expresión de asco en su rostro. - No es lo peor. Mi madre me salió con la noticia de que ya no pagará la universidad porque tiene deudas - - Entonces ¿Tu padrastro aún no tiene empleo? - Lizzie respondió negando con la cabeza. La mejor amiga rodó los ojos - Mejor debería enviar a trabajar a ese huevón en vez de sacarte de estudiar - Ambas salieron de la habitación para dirigirse a su primera clase después de las vacaciones de verano - Creo que tendré que buscar un empleo de fin de semana - Unas semanas después de probar sobrevivir con un empleo de fin de semana en un Mcdonald's se dió cuenta que no era suficiente para seguir pagando la colegiatura, comida y cosas extra que necesita un adulto - M****a estoy harta. No me alcanza para nada - Se arrojó sobre su cama, aún con el mandil del establecimiento. - Tranquila, amiga. Sabes que puedo ayudarte con algo de comer o lo que necesites - - En verdad te lo agradezco pero, es imposible seguir pagando la universidad. Creo que tendré que salirme y trabajar de lleno, no pienso volver a casa de mi madre y aguantar al idiota de Randy. Tampoco pienso mantener sus deudas y de paso a ese inútil - Con un puchero en el rostro preguntó su compañera - ¿Estás segura? - - Desgraciadamente, si. Conseguiré un empleo y me quedaré en la habitación un par de semanas antes de que se den cuenta que me he dado de baja y me saquen a patadas de aquí -Max tenía una relación poliamorosa con Olivia y Freddy, a la vez salían con otras personas dentro y fuera de la universidad. Al parecer, Lizzie siempre tuvo razón con respecto a ellos.Randy y John no saldrían de la prisión hasta después de 10 años. El ex padrastro había dado una lección a su amigo dentro de la prisión, pero después de darle algunos golpes por ser apresado, volvieron a ser los mismos de antes, amigos inseparables, metiéndose en algunos problemas adentro pero nada grave, solo adaptándose a la prisión y la ley de él más fuerte. La dueña de la cafetería y el señor del bar estaban bien, continuaban con sus negocios con normalidad y de vez en cuando Lizzie los visitaba para consumir café o beber cerveza en sus respectivos locales.Jay salió del hospital psiquiátrico, pero no dejo de ir a sus terapias 3 veces a la semana. Volvió a su empleo como policía. Y aún hablaba con su ex novia, pero dejaron todo claro y quedaron como buenos amigos, entrando a su círculo social. Ya no
El día lunes Lizzie fué a la oficina con ropa casual, dejando de lado los trajes sastre. Subió hasta la oficina de la señora Cleveland, tocó y por dentro la mujer la hacía pasar. Ella entró y vió a la mujer en el teléfono - Bien, entiendo. No, está bien. No puedo despedirlo, es buen elemento y estoy segura que ella también, pero... - Suspiró - Bien. Adiós - Colgó.- Buenos días señora Cleveland yo... Vengo a renunciar -- Lo sé, acabo de colgar con Timothy -- ¿En serio? -- Si, tranquila. Me explicó la situación y bueno, lo único que puedo decir es que lamento que hayas sufrido acoso por parte de uno de mis abogados. Timmy dice que esa situación te hizo "reflexionar" - Dijo entre comillas - Sobre tu futuro y lo que en verdad te apasiona y... Debo decir que aunque no me gusta mucho la idea de que mi hijo sea un Rockstar, como él dice, pues es mi hijo y lo amo. Y bueno, si ustedes están juntos y eso es lo que quieren - Se encogió de hombros - Adelante. Mucha suerte -- Muchas gracias s
La chica abrió el zaguán, ambos subieron las escaleras tomados de la mano. Abrió la puerta de su departamento y jaló a Cleveland hasta el baño. Ambos comenzaron a quitarse la ropa mutuamente. Ella quitó la chaqueta del chico y él desabrochó la blusa de Liz, Se quitaron los zapatos, para seguir con las prendas inferiores.Entraron a la ducha aún con su ropa interior. La jovencita abrió la llave y el agua caliente cayó sobre ellos. Se unieron nuevamente para darse un largo beso. Tomó las manos del rizado y las subió hasta su sostén, detrás de su espalda, justo en el broche con intención de que su vecino se lo quitara - ¿Estás segura? - Susurró. - Si - Después de esa respuesta, él quitó su sostén, se besaban mientras acariciaba sus pechos lento y suave. Ella bajó sus bragas y él la siguió, quitando sus boxer. Sus labios no podían separarse, los besos eran tranquilos y a veces intensos, para volver a los movimientos sutiles, con sus lenguas acariciandose entre sí.Permanecieron abrazad
Ella no se quedó para seguir viendo, dió media vuelta, mientras William gritaba su nombre - ¡Mierda! -- ¿Que pasa? - Preguntó la abogada.- Bájate -- ¿Que? ¿Pero porque? -- ¡Que te largues! -- Ay, está bien - La rubia se bajó, acomodo su blusa, peinado, y caminó en sentido contrario.William corrió, alcanzó a la chica y la sujetó por la muñeca - Lizzie espera, vamos a hablar -- ¿Hablar que? - Exclamó la chica en voz alta.- No hagas un escándalo aquí - Ella volteó a ver atrás, muchos empleados del bufete aún salían del edificio - Vamos, sube al auto -La joven tragó saliva y lo siguió. William manejó y una vez fuera del estacionamiento la chica habló - Ésto se terminó - Dijo, al mismo tiempo un trueno se escuchaba del cielo. Toda la semana el clima estuvo frío, nublado.- Por supuesto que no -- ¡Por Dios William! Tenías tu mano debajo de su blusa -- No me grites, por favor. Yo... Eso... Tengo un problema ¿Okey? Voy con el psicólogo, trato de no pensar en el sexo y tener una par
Llegaron al edificio y ella se despidió de un dulce beso en los labios. Cuando subía las escaleras, Tom y Cecy salían del departamento de Tim, la saludaron con un "hola" y siguieron su camino. Cleveland estaba en el marco de su puerta recargado, de brazos cruzados - No llegaste a dormir ¿Eh? -La chica lo tomó de la mano y lo jaló a su apartamento - Tenemos cosas que hablar, ven aquí - El rizado dió un jalón a su puerta para cerrarla y se dejó llevar por la chica.Entraron al departamento y Timothy cuestionó - ¿Pasaste la noche con William? -Al mismo tiempo la chica preguntó - ¿Eres el dueño del edificio? -El rizado se asombró - ¿Que? ¿Quien te dijo? -- ¿Porque me has mentido todo éste tiempo? -El chico se encogió de hombros - No te he mentido, nunca me has preguntado -- No te hagas. Me enteré sobre la compañía de tu padre también -- Okey, está bien. El único que sabe es Tom, y quizá los que llevan años en la empresa de mi madre, pero creí irrelevante contarle a todo el mundo so
- Todos ustedes, vayanse. Ya es tarde y Timothy se fué a dormir - Exclamó Cecy.- Lo lamento chicos pero la fiesta se terminó. Tim nos encargó su casa y la verdad ya estamos cansados después del concierto -- ¿Que?... ¡Buuu! - Murmuraban los jovencitos que aún estaban en el departamento pero sin poder hacer más, salían por la puerta.En la fiesta, cerca de la fuente y lejos del ruido, con muy pocos a su al rededor, William sacó una pequeña caja de su saco - Tengo algo que quiero darte -- ¿En serio? -Abrió la pequeña caja y sacó una cadena con una pequeña llave como dije, ambos eran de oro puro - ¿Te gusta? -- Por Dios es bellísimo - Él sacó de abajo de su camisa algo brillante, traía una cadena con un dije de candado, dando a entender que ella era la llave - Oh, wow -- Creo que se ve bien con tu vestido ¿Puedo? -- Por supuesto -William se acercó a su cuello para abrochar el collar. Estando tan cerca sus rostros, los nervios de la chica se alteraron, el abogado podía oler su perf
Último capítulo