Julia.-
Amaba volver a ver mis padres, mi papá se ve mucho más recuperado ahora que ha superado el cáncer, sin embargo es molesto que cuestionen cada una de mis decisiones.
— ¡Es una locura Julia! No sé en qué estás pensando y traer a mi nieto contigo, debiste dejarlo con Cora en Zurich –reclama mi padre por quinta vez, sin dejarme hablar.
— Padre a donde yo vaya irá Alex, es mi hijo –finalicé enfatizando las dos últimas palabras–. no puedo simplemente vivir mi vida sintiendo miedo, las pesadillas son horribles, tengo que descubrir la verdad de lo que me pasó.
— Hija, solo queremos que estés a salvo, no tienes idea de miedo que sentimos cuando Ángelo nos avisó, en el mismo año ustedes dos casi pierden la vida, no tienes idea de lo que se siente –mi madre toma mi mano, una lagrima traicionera se resbala por su mejilla, mostrando su preocupación–. tu padre y yo no sentimos bendecidos, pero también con algo de miedo, porque ya la libraron y no queremos que se pongan en riesgo, Julia n