Barnaby Arthur Flynn, de pie, frente a mí, en la puerta de mi humilde casa. Vestido pulcramente con su traje sastre color azul rey, camisa color palo de rosa y su corbata negra, haciendo juego con sus lustrosos zapatos.
Estaba en una pose que probablemente lo caracterizaba como impaciente; una mano dentro de su bolsillo del pantalón y la otra en su barbilla. Y… Me miraba.
Me miraba con sus penetrantes y fríos ojos verdes aceitunados, probablemente evaluando mi aspecto.
—¿Tessa Morgan? —preguntó, elevando una ceja en mi dirección.
—Sí—fue lo único que logré decir. Dios. Su presencia parecía eclipsar todo a mi alrededor; por lo que me obligué a mantener la cordura.
—Definitivamente el cambio de look te va a beneficiar—añadió sin escrúpulos.
—¿Disculpa? —fruncí el ceño. Se estaba pasando de la raya muy pronto y enseguida recordé su semblante ensombrecido en la farmacia y me estremecí.
Más me valía no conocer esa faceta pronto.
—¿Puedo pasar? —interrogó, mirando por encima de mí. Era