Lolita se removió, sin querer su mano tocó algo. Luego se giró y vio la figura de un hombre a su lado. El hombre estaba tan cerca, que Lolita podía sentir el aliento cálido. Una mano rodeaba su cintura, lo que dificultaba que Lolita se moviera.
Revisó su cuerpo y, de repente, respiró aliviada. Su ropa aún estaba intacta, al igual que la de Diego. No sabía cómo había terminado en la cama. Su último recuerdo de anoche fue que ella y Diego estaban en la habitación secreta.
Escuchando a Diego revelar todo. Y terminando con una propuesta. El beso que le dio la embriagó. Afortunadamente, no cayó en el pozo de la pasión ardiente.
"¿Qué hora es?" Su mirada se centró en el objeto redondo en la pared. La aguja corta apuntaba al número 7. "¿No se fue a trabajar? ¿Por qué no se ha levantado?"
Lolita se levantó poco a poco. Sin embargo, tuvo que quitar esa mano fornida. El movimiento despertó a Diego.
Sus ojos parpadearon lentamente. Una mano que estaba en el estómago de Lolita se movió para frota