Si Lolita dijera honestamente, quién sabe qué le haría Diego. ¿La golpearía? ¿O la mataría?
Lolita miró fijamente a su interlocutor. Sus manos frías ahora estaban sudorosas. No podía perdonar el recuerdo de cómo le habían arrebatado su honor. Ese incidente siempre sería una tragedia que Lolita recordaría hasta el día de su muerte.
En este momento, se enfrentaba a la persona responsable de esa tragedia. Lolita podría haberlo insultado, haber expresado el odio que guardaba en su corazón. Pero, ¿ya había hecho todo eso? ¿Y qué obtuvo? Solo una derrota.
Como consecuencia, ella estaba cada vez más deprimida. Encerrada y cautiva en el egoísmo de alguien. Separada de su amada familia. Y por lo tanto, él, ese hombre, tenía que pagar por lo que había hecho. En este momento, Lolita había recuperado su fuerza. Juró que recuperaría su libertad.
"¿Estás soñando despierta?"
Lolita se dio cuenta de que había estado soñando despierta. "Lo siento."
"Parece que no me lo dirás."
"¿Cuándo nos vamos? Aquí