POV de Adriana
La invitación para hablar en la cumbre internacional llegó como una tormenta, rápida e inesperada, sacudiendo mi mundo cuidadosamente organizado. Durante años, mi fundación había estado trabajando incansablemente para elevar a las comunidades necesitadas, pero que alguien reconociera nuestro éxito en un escenario global sentía como un momento de validación por todo lo que habíamos sacrificado. Sin embargo, el momento no podría haber sido peor.
Diego había estado consumido por el peso abrumador de la deuda familiar durante semanas. Su enfoque había estado en resolver ese problema, revisando estados financieros, reuniéndose con abogados y reorganizando las piezas de un imperio roto que alguna vez prosperó. Había dejado todo en pausa por el bien de proteger el legado de nuestra familia, y esperaba que yo hiciera lo mismo.
Sin embargo, la cumbre era una oportunidad para elevar la fundación. Para inspirar a otros. Para expandir nuestro alcance. No se trataba solo de reconoci