POV de Adriana
Salí al frío de la tarde, mi mente dando vueltas como si estuviera atrapada en un vórtice. Las palabras de Diego seguían resonando en mis oídos, "Cásate conmigo." La crudeza de su voz, la intensidad en su mirada… era demasiado para procesar. Mis tacones resonaban contra el pavimento mientras caminaba sin rumbo, tratando de encontrar sentido a las emociones que giraban dentro de mí.
Esta no era la vida que había imaginado. Mis días se suponían simples: trabajar, cuidar de mi madre y mi hermano, y mantener nuestro frágil mundo funcionando. Diego había alterado todo eso, su mundo de poder y caos chocando con mi existencia humilde.
Me encontré en un pequeño parque a unas cuadras de distancia. Las débiles luces de las farolas proyectaban largas sombras sobre los bancos vacíos. Sentándome, me envolví en mi abrigo, buscando algo de consuelo. Mi teléfono vibró en mi bolsillo, sacándome de mis pensamientos.
Era un mensaje de mi hermano:
"¡Adriana, no olvides mis libros para maña