-¿Cómo entra…? – pero la pregunta se queda a medio camino cuando Dan le muestra las herramientas que ella usaba para lo mismo -. ¿Eres el pvto Bond acaso?
-¡Mami, no diga goseria!
-Lo siento, mi amor, pero tu papá me… enoja.
-Lespila, mami, así – el niño inspira profundo y Dan lo deja en el sofá, para verlo con más detalle -.
-Sí, mi amor, lo haré – “luego de matar a tu padre”, se dice sintiendo ese aire cargado de una aura entre peligro, protección… y mucho deseo -. No me dijiste que vendrías a esta hora, traerán el almuerzo, pero solo pedí para mí y Daniel.
-No te preocupes, pasé por la recepción y pedí para los tres – se sienta al lado de su hijo y este se recuesta para mirar la televisión, apoyando su cabecita en la pierna de Dan -. Es muy cariñ