Unos días después, toda la organización de Alfa está en pleno movimiento. Un cargamento de armas ha llegado a la ciudad y eso solo quiere decir que tendrán pandillas y mafiosos armados hasta los dientes.
Así que, luego de obtener la información que necesita, le pasa el dato a su amigo, el contacto que la ayudó con los permisos.
La mejor manera de deshacerse de la competencia y de los aquellos que no deberían estar en la ciudad, es delatando.
Díaz se ríe cuando se pone así, malgenio, odiosa y mandona, porque los chicos rezongan y ella los amenaza con colgarlos de sus… cosas.
-¡Y tú! – le dice acercándose a él peligrosamente, pero el hombre no se inmuta -. ¿Te estás riendo de mí?
-No me atrevería, señorita.
-Mmm… - lo mira con los ojos entrecerrados y luego se ajusta la pechera, &