Capítulo 30
El hombre ideal
Eliana
Luego de un rato, ya Elsa y yo nos habíamos dado un baño y arreglado para salir a almorzar afuera, debido a que no había hecho la primera compra de alimentos para la casa, estoy como loca buscando la llave por todas partes y escucho que tocan la puerta, viro mis ojos hacia arriba debido a que sé que es mi vecino el molestoso...
Fabio se para frente a la puerta, me mira fijamente con esa mirada toda hermosa que por poco y me hace babear. Yo lo miro indiferente y continúo buscando mi llave, él me llama y yo lo miro de lejos, nerviosa, como no estarlo si en poco tiempo me ha robado la paz.
Me hace seña para que me acerque y Elsa casi me envía a empujones frente a él.
La complicidad de estos dos comienza a parecerme alarmante.
Fabio me aprieta por la cintura halándome hacia su cuerpo y me besa, un beso tan intenso, pero tan efímero que me hace enojar.
¿Para qué rayos me besa si me va a dejar con ganas de más?
—Cálmate Fabio, mi hermana está presente y