Capítulo sesenta
Nos separamos al escuchar una tos falsa y Wade me aprieta más a sus piernas para no pararme y golpear a la tipa—Disculpen que interrumpa, pero ya vamos a despegar y necesito que la señorita tome asiento en un lugar y abrochen sus cinturones —sin más se pierde detrás de la cabina de control.
—Ojala se caiga—me levanto de las piernas del ricachón y rápidamente coloco todo en su lugar.
De un momento a otro el avión empieza a moverse e ir tomando velocidad. Una de las cosas que me da enojo son las personas que suben a un avión y cuando este va a despegar se ponen histéricas; esto es lo más normal del mundo. Si el avión tienen una falla técnica y estas en medio de la nada te tocará morir, si igual, de ese día no pasarás.
Miro por la ventana como